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lunes, 23 de marzo de 2009

UN DOLOR EXTREMO

Casi todo el mundo en algún momento de su vida a experimentado un dolor que al no atenderlo en el primer momento termino convirtiéndose en un sufrimiento profundo. Son situaciones extremas que nos dejan una huella en nuestras vidas, huellas tan grandes que ocasionan replantearnos muchas cosas en nuestra vida. Todo comienza con un dolor, físico o espiritual pero que es un dolor, una incomodidad que comienza en el alma o en el corazón, una incomodidad que nos demanda una solución especifica, por ejemplo que dejemos de fumar, o que paremos de tomar tanto, que terminemos con esa relación que nos lastima, o que dejemos ese trabajo que nos estresa, en fin puede ser cualquier cosa que origine dolor, un dolor que aparecerá y reaparecerá con mas fuerza y cada vez con mayor intensidad hasta que solo conseguiremos erradicarlo solo si la escuchamos sensiblemente conseguiremos eliminarlo de lo contrario seguirá incomodándonos hasta dejar de ser una necesidad no satisfecha hasta convertirse en una carencia, analiza como una alteración sencilla termina convirtiéndose en un gran problema, ¿Por qué? Pues por que el hombre es esa especie extraña y absurda que si experimenta un dolor busca evitarlo, en lugar de enfrentarlo o de cuestionarlo, y recurre inmediatamente a tomar medicamentos y retuerce las señales de su cuerpo, seria mucho mejor si además de tomar medicamentos, tomásemos medidas paralelas para recuperarnos, como cambiar de hábitos alimenticios, pero estamos condicionados solo para evadirlos y tratar de olvidarlos, pero no solo evadimos con pastillas, evadimos también con viajes, trabajo excesivo, con encuentros sexuales intrascendentes, con alcohol o comidas exageradas, con televisión o eliminamos toda acción física, etc. Tratamos de evadirlos con puros excesos con los que evadimos nuestros dolores espirituales o físicos que no son mas que las señales de alerta que nos manda nuestro cuerpo, y así nos convertimos en los creadores de nuestro propio sufrimiento, de nuestra propia desgracia, podríamos relajarnos y liberarnos escuchándonos humildemente lo que nos quiere decir nuestro cuerpo; un dolor es una alteración que tiene que ser atendida y no evadida, comprendamos que la mayoría de los excesos y malos hábitos en nuestras vidas son síntomas claros de necesidades que se convirtieron en carencias y que también deben de ser atendidas, por que el sufrimiento nos esta persiguiendo y consumiendo, acabando lentamente con la alegría de vivir nuestra vida y la de los que nos rodean.
¨ El dolor es un hecho inevitable, el sufrimiento es opcional.¨